lunes, 19 de octubre de 2009

¿Hace falta un metagame?

Muy buenas lectores del Dreamers Blog

Encontre de casualidad este articulo y me llamo mucho la atencion ya que me siento identificado con la mayoria por no decir el 99%, y es lo que he intentado hacer todo este tiempo con mis famosos ( de famosos nada pero bueno) mazos prototipo, os dejo y que lo disfruteis

¿Hace falta un metagame?

Estoy seguro que muchos de los duelistas que emplean este sistema opinarán que es necesario, puesto que, tal y como yo mismo he dicho al principio, le da otra dimensión al juego, pero, por otra parte,
¿No es esa dimensión una repetición de unas mismas cartas una y otra vez?
Es bien cierto que, con el metagame, los duelos pueden llegar a ser cosa del otro mundo, que ni siquiera el mismisimo Yugi podría hacer algo contra ellos, o si pudiera hacer algo, le costaría lo suyo, pero…
¿A que precio?
Se dice que los metadecks son decks profesionales, de gente que se dedica a esto, pero, una consecuencia de eso, es el hecho que hace que el juego pierda la gracia.
¿Acaso es divertido enfrentarse una y otra vez a los mismos mazos, por dos o tres veces que se cambien al año? ¿De verdad solo podemos hacer mazos copiando otros mazos, solo por el simple hecho de que ganan torneos?
Personalmente, esto le quita la gracia al juego. Lo hace insipido, hace situar algunas cartas en otro nivel, y que las otras cartas sean consideradas inferiores, cosa que, no es cierto, puesto que, cualquier carta, incluso esas de la leyenda del dragón blanco que nadie quiere, tienen su espacio dentro del juego, y si se plantea bien un mazo, pueden ser muy interesantes de ser vistas.
¿Alguien se ha imaginado alguna vez un mazo de monstruos normales derrotando a uno de actual?
Realmente tiene que ser una risa pasarte tiempo haciendote un mazo original para después, poder ser recompensado con victorias en los duelos.
¿Acaso no tenemos gran variedad de cartas para que todos los mazos sean distintos?
(Por mucho dinero que te gastes en él, y por muchas “tres cartas” que se le cambien). ¡Lo diferente es más divertido!